LA CRUZ

Si el alma del monumento es la gigantesca catedral excavada en la roca, lo más monumental y llamativo del conjunto en el Valle de los Caídos es la Cruz y está asentada sobre el Risco de la Nava. Su dimensiones gigantescas de 150 metros y 47 metros de los brazos, asombra a cualquier visitante. La montaña tiene otros 150 metros. Desde que se entra en el Valle la Cruz reclama imperiosamente la atención y es el centro de todo el espacio visual. Para el arquitecto Diego Méndez la Cruz debía centrar toda la atención e imponerse a la mirada por todas partes. La idea consistía en crear un símbolo de irreprochable pureza, de líneas sobrias y escuetas, sin que ninguna exigencia arquitectónica pudiera desvirtuarlo. La Cruz es el elemento más sobresaliente, verdadero faro entre las cumbres del Guadarrama. Está dividida en cuatro partes: un primer basamento, sólido y firme, con las figuras y los símbolos de cuatro evangelistas, más arriba las cuatro virtudes cardinales; a partir de aquí sobria, escueta, ascética, verdadero desafío arquitectónico, una cruz de ciento cincuenta metros.

La velocidad del viento ha llegado a alcanzar los 100Km/h. Tenían que tener en cuenta la fuerza del viento, el peso de los materiales, del agua, de la nieve, la dilatación y contracción de las rocas, la influencia del hielo sobre el hormigón, el hierro, las descargas eléctricas, que en el período de pruebas se recogieron más de 500,etc. Se hicieron pruebas en varios observatorios metereológicos de Europa, en Madrid y sobre el terreno, a velocidades entre 150 y 340 K/h.

La construcción se adjudicó a la empresa Huarte y Cía S.L. en julio de 1.950 en 33.661.297 pesetas. Esta empresa fue la que hizo en 1.947 el estadio Santiago Bernabeu. El gerente de la empresa Ignacio Vivanco Bergamín y el arquitectos Diego Méndez González fueron los que resolvieron el problema de sujetar los brazos porque los ingenieros militares no supieron resolverlo.

Las obras empezaron a finales de 1.950 y fue inaugurada el 11-9-1.954. Tiene una plataforma de 50 por 40 metros y una media de 8 metros de profundidad de hormigón, anclajes de hierro y revestida de granito. Así el peso de la Cruz recaería no solamente sobre los puntos de apoyo de la pared, sino que asi el peso de la Cruz se repartía por toda la plataforma y el riesgo de hundirse fuese menor. La forma de la Cruz es la de cruz griega, que es la que mejor se ancla en la montaña. La Cruz tiene 3 ascensores, aunque hicieron 5. Estudios que hicieron aconsejaron cerrar dos. El del medio tiene 3 metros de diámetro para las personas y escalera adosada en caracol. Los otros dos, uno para elevar la piedra y el otro para el hormigón.

El peso de la Cruz pasa de 200 millones de kilos. (La torre Eiffel algo más de 7 millones). Solamente los 20 metros de cada brazo tiene un peso de 400.000 kilos, lo que diez camiones de 40 toneladas, desafiando las leyes de las ley de la gravedad. Los evangelistas, obra de Juan de Ávalos, igual que las virtudes, miden 18 metros de altura(como un edificio de seis plantas) y tienen un peso de 5 millones de kilos y las virtudes alcanzan casi la misma altura.

El problema de subir los materiales se resolvió subiendo los materiales por dentro de la montaña y por dentro de la Cruz. Se podía haber subido por la ladera de la montaña y andamios exteriores, pero se hacía daño irreparable a la montaña y el coste era mayor, además quedaba para que los turistas pudiesen subir a la Cruz. Tambien se deshechó la idea del teleférico por el daño a la montaña y el costo. Para ello, se perforó un pozo para instalar los ascensores de 60 metros de profundidad, 7 metros de largo por 3,5 metros de ancho por el lado donde está ahora el Monasterio y 40 metros más abajo de la cima del Risco de la Nava de 150 metros y un túnel, lo que es ahora la entrada a la Basílica desde el Monasterio.La montaña por el lado del Monasterio tiene 100 metros de altura. Los cuarenta metros que faltaban se completaron con andamios metálicos. El pozo quedó dividido en tres partes: uno para subir las piedras, otro para el hormigón y otro para las personas y escalera. Uno de ellos quedo después para el aire acondicionado. La Cruz crecía desde dentro.

Para elevar los materiales se necesitaban ascensores y montacargas, se intalaron dos para subir piedras de 3.000 kilos, como algunas de la base de la Cruz, que pesan tres toneladas y para elevar 40 toneladas a la hora, una estación eléctrica Diesel con 400 KW, sin esta estación eléctrica hubiese sido imposible la obra y un poblado para los obreros, las instalaciones de toda clase de talleres, repuestos, carburantes, gruas pórtico, compresores, conducciones de agua, teléfono, instalación de líneas eléctricas por toda la obra. También una estación de hormigoneado para 30 toneladas a la hora, así como machacadoras, molinos, silos, trómeles, trenes, excavadores, cantera con aire comprimido, etc., para subir 200 toneladas de hormigón en jornadas de ocho horas. Así como las instalaciones de pararrayos que al ir ascendiendo la Cruz se convertia en un pararrayos natural.

Los materiales (piedras y hormigón, principalmente) llegaban en las vagonetas por el túnel hasta la base de la cruz, desde los muelles; subían en los montacargas 60 metros por dentro de la montaña y 40 metros por andamios metálicos y llegaban a la base de la Cruz. Ahora en sentido horizontal llegaban por las vías a los montacargas de la Cruz, que los elevaban hasta donde estaban trabajando y con las grúas de torre, las piedras, las elevaban y las depositaban en la pared donde estaban trabajando y las asentaban para engarzarlas en la pared. Cada 12 metros metros subían los andamios para poder trabajar y que se enrollasen los cables de los monacargas y también subían los pararrayos para que protegiesen la obra.

Al llegar a los brazos de la Cruz el andamiaje era especial, sin apoyos en tierra que fuesen volando cada vez más retirados del fuste. La Cruz se montaba en el suelo, donde están ahora los estanques a la puerta de la Hospedería, y aquí se montaba y desmontaba para verificar todos los datos, entre ellos los tríángulos metálicos, donde se colgaban los andamios, para trabajar a 300 metros de altura.

Unas cifras escuetas puede darnos idea clara de la magnitud de esta realización: en la Cruz se han empleado 24.650 metros cúbicos de hormigón en masa; 24.850 metros cúbicos de hormigón armado; 44.750 metros cúbicos de arena; 14.860 toneladas de cemento; 548 toneladas de hierro; 227 toneladas de hierro laminado; 4.230 metros cúbicos de cantería labrada, y 3.700 metros cúbicos de mampostería de berrugo. El peso total de la cruz es de 201.720 toneladas (casi doscientos dos millones de kilos).

Imágenes

Méndez, Diego. Arquitecto. El Valle de los Caídos. Informes de la Construcción, nº 116, 148-8 (1959), P, 35-61.

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Una de las maquetas modelo en el túnel de viento de un metro de altura.

La maqueta está hecha de escayola y diatomeas

Fotografía del ensayo por chorros de humo

Se hicieron en total 875 pruebas y medidas que se comprobaron de 2 a 4 veces cada medida.

 

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El mirador de la Cruz tiene 80 metros situado 280 metros desde la Basílica.

Cada brazo tiene 20 metros de mirador; aquí se ve la baradilla de protección.

Hay multitud de puntas de plomo de pararrayos.

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