LA CIVILIZACIÓN EUROPEA
 Donoso 
    Cortés lanza a los pueblos europeos esta frase: "LA CIVILIZACIÓN 
    EUROPEA NO SE LLAMÓ GERMÁNICA, NI ROMANA, NI ABSOLUTISTA, NI 
    FEUDADL: SE LLAMÓ Y SE LLAMA CIVILIZACIÓN CATÓLICA"(509).
    Describe con pinceladas magistrales al catolicismo: "Esta nueva 
    teología se llama catolicismo. El catolicismo es un sistema de civilización 
    completa; tan completa, que en su inmensidad lo abarca todo: la ciencia de 
    Dios, la ciencia del ángel, la ciencia del universo, la ciencia del 
    hombre"(510).
    "El catolicismo - afirma - divinizando la autoridad, 
    santificó la obediencia; santificando la una y divinizando la otra, 
    condenó el orgullo en sus manifestaciones más tremendas, en 
    el espíritu de dominación y en el espíritu de rebeldía"(511).
    Por eso añade: "Dos cosas son de todo punto imposible 
    en una sociedad verdaderamente católica: el despotismo y las revoluciones"(512).
    Y en otro lugar dice: "Yo no sé si hay algo debajo del 
    sol más vil y despreciable que el género humano fuera de las 
    vías católicas".(513)
    Contra el desbordante naturalismo del siglo XIX, Donoso Cortés clama 
    con estas expresiones, que salen en defensa del orden sobrenatural del catolicismo: 
    "La propagación y el triunfo del Cristianismo es un hecho 
    sobrenatural, como quiera que se ha propagado y ha triunfado a pesar de llevar 
    en sí todo lo que debía haber impedido su propagación 
    y su victoria"(514)
    Pero Donoso Cortés tenía un plan concertado en su obra El Ensayo 
    contra aquellos filósofos de la historia que habían desterrado 
    a Dios y a su Providencia de la historia humana; contra aquellos historiadores 
    y pensadores que iban a parar al fatalismo del destino en sus teorías 
    históricas, negada la libertad en unos y la providencia en otros, el 
    filósofo cristiano de la historia dice:" El dogma de la 
    providencia y el de la gracia nos revelan la existencia de un mundo sobrenatural 
    en donde residen sustancialmente la razón y las causas de todo lo que 
    vemos; sin la luz que viene de allí, todo es inexplicable: sin la explicación 
    y sin esa luz, todo es fenomenal, efímero, contingente, todas las cosas 
    son humo que se deshace, fantasmas que se deslizan, sueños que pasan. 
    Lo sobrenatural está sobre nosotros, dentro de nosotros, fuera de nosotros. 
    Lo sobrenatural circunda lo natural y lo penetra por todos sus poros"(515).
    El filósofo español parece un maestro que está dando 
    lecciones soberanas de sobrenaturalismo a los ciegos jerifaltes del error 
    que perdían a Europa. No le importa que todos se levanten contra él; 
    les va a decir la verdad católica en el último esfuerzo público 
    de su vida. ¡Qué majestuosa se desliza la figura de Donoso Cortés 
    y que potente suena su voz de profeta y de vidente en el desierto huracanado 
    de la Europa de entonces, para decir a los pensadores heterodoxos aquellas 
    frases elocuentísimas por las cuales hace una magnífica y contundente 
    defensa del catolicismo: "Por el catolicismo el cuerpo ha quedado 
    sujeto a la voluntad, la voluntad al entendimiento, el entendimiento a la 
    razón, la razón a la fe y todo a la caridad, la cual tiene la 
    virtud de transformar al hombre a Dios, purificado con un amor infinito"(516).
    Balmes, con otras palabras, manifestó e hizo una descripción 
    del hombre con estas expresiones: "Las pasiones, los sentimientos 
    y la imaginación sujetas a la voluntad, la voluntad dirigida por la 
    razón y todo sublimado por la religión: he aquí el hombre 
    perfecto".
    Donoso Cortés todo lo que dice en sus grandes momentos es una apelación 
    a la historia. Nada le fascina más que el arcano de la historia de 
    pueblos e imperios, civilizaciones y continentes. Su asombro ante ese misterio 
    es insaciable y más fuerte que todo doctrinarismo y toda retórica. 
    Incluso los grandes pronósticos que hicieron célebre a Donoso 
    no son sino extremas y lógicas intensificaciones de este asombro ante 
    el enigma de la historia,.pero a la vez, son otros tantos testimonios de las 
    inauditas posibilidades de una visión cristiana de la historia si esta 
    visión, en lucha con otras interpretaciones , supera a la mera "filosofía" 
    de la Historia..."Donoso resulta arrebatador y grandioso cuando se abre 
    paso hacia la visión histórica, describiendo ÉPOCAS, 
    CIVILIZACIONES, PUEBLOS E IMPERIOS. Entonces impresiona, en sus pasajes más 
    intensos, incluso MÁS FUERTEMENTE QUE BOSSUET"(517).
    Donoso Cortés fue, además del coloso de la filosofía 
    de la historia, el teólogo de la historia que luchó contra el 
    liberalismo y el socialismo, y si no les venció en el campo de los 
    hechos, fue debido a que, cuando en 1.848, al estallar ese chispazo comunista, 
    había empezado ya la lucha doctrinaria y el liberalismo y socialismo 
    se habían apoderado del alma de Europa. Él no pudo hacer más 
    que clamar durante más de un lustro contra los males que esas doctrinas 
    iban a traer sobre el continente europeo, y para eso creía que la filosofía, 
    el razonamiento filosófico, eran insuficientes. Son los años 
    de más hondo pesimismo de Donoso Cortés en su escepticismo de 
    lo humano.
(509) DONOSO CORTÉS,J.:O.C.,B.A.C.,"El Ensayo",1.946,pág.395
(510) Ibíd.,pág. 396
(511) Ibíd.,pág.360
(512) Ibíd,pág.360
(513) Ibíd.,pág.380
(514) Ibíd.,pág.389
(515) Ibíd.,pág.389
(516) Ibíd.,pág 373
(517) SMIT, C. Interpretación europea de Donoso Cortés,1952, pág.22