Ávila de noche con la luna en verticalidad con la Catedral

V CENTENARIO DEL NACIMIENTO DE SANTA TERESA DE JESÚS 1.515 - 2.015

ABRAZO A LA MURALLA, 27-03-2015

ENCUENTRO DE TERESAS 2015

Santa Teresa de Jesús

ÁVILA

Capital de la provincia con 60.000 habitantes, sobre la orilla derecha del Adaja y a 1.126 metros de altitud, por lo que su clima es notablemente frío en invierno, pero ideal en verano. Típica ciudad castellana , es un verdadero museo medieval, con sus famosísimas murallas y un rico conjunto arquitectónico en que se destaca el románico. Las murallas datan del siglo XI y son románicas con influencias moriscas. La catedral de estilo gótico-ojival (siglos XII-XV). La ciudad encierra numerosos conventos teresianos, como los de Santa Teresa, Encarnación, Madres de San José y el de Gracia. Son notabilísimas las iglesias de San Pedro de estilo románico, Santiago de estilo románico-ojival y San Vicente y el monasterio de Santo Tomás.Tiene, además, varios museos. La ciudad conserva restos del paso de los celtíberos y de los romanos. Fue conquistada por Alfonso VI en 1.072 y poblada por gentes del Norte. La figura más destacada de su historia es Santa Teresa de Jesús.

 

Vista de Ávila.Uno de los espectáculos urbanos más bellos de la Tierra. Pincha aquí para ampliar

Ávila nevada. Foto tomada el 27 de enero de 2007 . Pincha aquí para ampliar

 

IGLESIA DE SANTA TERESA

Está situado en la parte Sur de la ciudad a escasos metros del arco de la muralla.Fue construido sobre la casa natal de Santa Teresa por el arquitecto Fray Alonso de San José y se inauguró el día 15 de Octubre de 1636. La fachada, de estilo barroco, presenta un paño central de sillería con tres arcos de medio punto que abren a un pórtico que da entrada a la iglesia, cuyo interior, de planta de cruz latina, fue reformado en diversas ocasiones. Destaca la obra escultórica realizada por Gregorio Fernández: altorrelieve del retablo de la capilla mayor que representa la imposición del collar a Santa Teresa por la Virgen y San José, imagen de Santa Teresa situada en la capilla que ocupa el lugar en el que nació la Mística abulense, Virgen del Carmen, Cristo amarrado a la columna y San Juan de la Cruz. Todas las obras están situadas en las naves laterales. A finales del XIX se instaló una Biblioteca y Museo Teresianos. En la década de los sesenta se amplió de nuevo el edificio con distintas dependencias conventuales. El museo de la cripta está situado bajo el edificio.

Iglesia de Santa Teresa. el Altar Mayor representa la visión que tuvo Santa Teresa en la iglesia del Monasterio de Santo Tomás el 15 de Agosto de 1.561 cuando La Virgen y San José la vistan con ropas blancas dánsola a entender que sus pecados quedaban perdonados.

LOS CUATRO POSTES

Los Cuatro Postes. Este humilladero se creó en la Edad Media como hito de la romería de San Leonardo. La actual estructura se levantó en el siglo XVI, a las afueras de la ciudad, en la carretera de Salamanca, muy cerca del río Adaja y de la ermita de San Segundo. La construcción es simple: se alza sobre un podium, con cuatro columnas que soportan un entablamiento adornado por escudos. En el interior se levanta una sencilla cruz de granito. El proyecto de los Cuatro Postes fue concedido por el Consejo (Ayuntamiento) al cantero Francisco de Arellano el 24 de agosto de 1.566. La gente dice que aquí fue donde Santa Teresa y su hermano Rodrigo fueron encontrados por tu tío don Pedro cuando iban a tierra de moros para ir al martirio y donde Santa Teresa se sacudió la zapatilla, que no tiene sentido, y se fue, porque no quería saber nada de Avila. Cuando se proyecta este monumento Santa Teresa tenía 51 años. Santa Teresa pasó por aquí muchas veces, incluso desde niña, porque era el paso obligado según la configuración del terreno y desde l puente romano. Desde que se proyectó el munumento pasó varias veces. La primera el 13 de agosto de 1567 para ir a fundar el monasterio de Medina del Campo, a Duruelo, Salamanca, Valladolid, Palencia y la última vez que pasó viva para ir a Burgos el 2 de enero de 1.582 y cuando quería venir a Ávila, el provincial de los Descalzos la ordenó ir a Alba de Tormes (Salamanca) y murió el 4 de octubre de 1.582. Al día siguiente se cambió el calendario pasando a ser el día 15. Este mirador ofrece una de las mejores perspectivas de la ciudad.

Vista de la Muralla de Ávila y los Cuatro Postes.

LA MURALLA

Es un magnífico monumento y hermosa obra de fortificación, en cuyos sillares va esculpida toda la historia militar de la Edad Media, llamando notablmente la atención del viajero, o sólo por su importante aspecto, sino también por su admirable estado de conservación. A creer a los historiadores y cronistas abulenses, fue edificada a finas del siglo Xi por orden del conde don Ramón de Borgoña y bajo la dirección de los arquitectos Casandro y Florín de Pituenga. Sus obras duraron nueve años, de 1.090 a 1.099, y trabajaron unas 2.000 personas. Su perímetro mide 2.526 metros y está compuesta de de 88 torreones, que corresponden 30 al Norte, 21 al Este, 25 al Sur y 12 al Oeste. Para su construcción debieron aprovecharse algunos materiales que ya existían formando parte de otra edificación parecida, y piedras ya labradas por los romanos, como lo prueban las inscripciones de este carácter que contienen algunas de ellas, adosadas a su obra interior y exterior. La parte de la muralla orientada al Este es, sin duda, la de más consistencia y fortaleza; se debe ésto a que el terreno, por ese lado, es de muy poco desnivel, casi llano, y en los otros tres lados restantes, se aprovacharon los accidentes de su topografía, y las grades cuestas, barrancos y escarpas sirvieron de defensa natural. Nueve puertas dan acceso al interior del recinto amurallado. La puerta del Alcázar se restauró en tiempos de Felipe II en 1.596. La puerta de San Vicente, situada casi en el extremo Nordeste de la muralla, se encuentra defendida por dos grandes cubos o torreones almendos, de 20 metros de altura, y unidos en su parte más alta por un pasadizo o puente, también almenado; dicho puente, dada su altura y esbeltez, produce un magnífico efecto.

Vista aérea de Ávila desde unos seis kilómetros.

Vista desde los Cuatro Postes. Junto al río Adaja se ve la ermita de San Segundo.

Vista del lienzo norte de la Muralla. En primer lugar el antiguo mercado de ganados. Ahora está construido el Palacio de Exposiciones. Arrba de izquierda a derecha: La iglesia de San Vicente, La iglesia de Mosen Rubí y la Catedral.

LA CATEDRAL

Como broche de oro del cinturón amurallado es la Catedral de Ávila. Es el monumento románico más grandioso de España Tardó tanto en hacerse que los dos estilos se dan a la vez. Trescientos años. Desde 1.170 hasta 1.470. Se atribuyen el proyecto y las primeras obras al maestro Fruchel. La girola construida por Fruchel es el monumento románico más grandioso de cuantos subsisten en España. Proyectó la Catedral de cinco naves, pero su sucesor no se atrevió a construirlo según el proyecto de Fruchel y la hicieron detres naves. La central de 28 metros de altura y las laterales de 14 metros.

Magnífica es la bóveda del crucero del Altar Mayor, cuyo retablo tiene cuadros pintados por Juan de Borgoña de fines del siglo XV, la esculta del "tostado" de Vasco de la Zarza, una de las obras cumbres del Renacimiento, además de otras obras de la Catedral, en las que dejó la su impronta de genio.

La custodia está catalogada entre las cinco primeras del mundo.. Fue terminada en 1.571 por Juan de Arfe, nieto de Enrique de Arfe, que hizo la custodia de Toledo. Mide 1,65 m y pesa 63,91 kilos en plata. tiene forma turriforme y está dividida en seis cuerpos. Pueden contarse en ella 57 estatuillas, 6 columnas dobles, 98 sencillas, 78 relieves, tres grupos con 10 estatuillas y 13 campanitas.

La Catedral es de estilo románico y gótico

IGLESIA DE SAN VICENTE

Basílica de San Vicente vista desde la Muralla.

Situada a pocos metros de la Muralla,el orgien de la Basílica de San Vicente aparece ligado a una curiosa leyenda de la que fueron protagonistas tres hermanos cristianos: Vicente, Sabina y Cristeta, cruelmente martirizados el 27 de octubre del año 306, y su cuerpos abandonados donde ahora se levanta la basílica. Según la tradición, una culebra acogió los restos de los tres cadáveres. Un judío acaudalado fue acompañado de otros correligionarios, intentó profanar los cadáveres y la culebra se lo impidió enroscándose en el cuerpo del judío. Se sintió tan profundamente impresionado que manifestó su deseo de construir un templo en el lugar desdicado a los santos mártires. Este primitivo templo fue el antecedende del actual que data del siglo XII. Otro milagro aparece unido a la Basílica del siglo XII, cuando muere el eremita San Pedro del Barco. Todos los pueblos limítrofes querían enterrar los restos en su pueblo. Zanjó la cuestión el Obispo que era poner el cadáver del Santo en una mula y enterrarle donde se parase la mula. El animal se encaminó hacia Ávila y entró en el templo de San Vicente, cayendo instantáneamente muerta en la capilla del crucero. Una de las pezuñas de la mula dejó su huella grabada en la piedra y en aquel punto fue precisamente donde quedó enterrado San Pedro del Barco. Un autor al ocuparse de este templo románico del siglo XII, exclama:

"Es tan imponente en grandeza, tan majestuoso de carácter, tan armonioso en líneas, tan rico en detalles, tan bello de colorido, que sorprende de pronto al artista como una visión jamás realizada sobre la Tierra".

La fachada consta de dos robustos cuerpos de torre, el de la derecha sin concluir, unidos por grandiosa ojiva y elevadísima bóveda que forman el atrio en cuyo fondo se enclava la puerta principal:

"Puerta como ésta no la produjo en sus mejores tiempos el arte bizantino. La exhuberancia del ornato y el acabado arte con que está ejecutado, son de los que marcan el límite supremo a todas las arquitecturas".

En los testeros se distinguen perfectamente varios pasajes de las parábolas de Lázaro y del rico avariento. El dintel descansa sobre dos cabezas de toro y dos de león, que aún revelan la maestría del cincel que la esculpiera. En la columnita que divide a la puerta está sentado el Salvador y en los demás pilares, cinco a cada lado están los Apóstoles. Son notabilísimos los capiteles que por encima de las cabezas de dichas estatuas, reciben y sustentan los preciosos arquivoltos cilíndricos que en concéntricos semicírculos, adornados y guarnecidos de delicadísimas labores, forman en conjunto, con la labrada imposta que corre a lo alto de la arcada, soberbia y rica ornamentación. En el crucero de la derecha, en lo de sus ángulos, está el sepulcro de San Pedro del Barco, bonito templete de orden corintio, con cuatro columnas y frontones triangulares, debido al afamado artífice Francisco de Mora; es del siglo XVII. Delante de este templete, en el suelo y preservada de una sencilla reja, se ve en la huella de una herradura, de la mula, que según la piadosa tradición, trajo el cuerpo del Santo a este lugar desde la inmediata villa del Barco. Un letrero gótico del siglo XVI grabado en una piedra del muro de este mismo brazo del crucero, hace referencia a otra inscripción que hay en el suelo y dice: " sepultura del judío ". Se supone esté allí enterado el milagrosamente convertido cuando el martirio de los Santos Hermanos y quien, según la tradición sería el fundador del primitivo templo. Otra parte importante es la cripta, debajo de los ábsides a la cual se llega por escalera de la parte izquierda. Esta cripta, llamada de " La Soterraña ", consta de tres capillas o compartimentos correspondientes a los tres ábsides.

La imagen de la Soterraña

   El pueblo hebreo, escogido de Dios, fue por sus culpas castigado de Dios y puesto en mísera servidumbre por bárbaras naciones. Y España por las suyas lo ha sido muchas veces. Jerusalén fue reina de todas las provincias, y España gloria y terror de las naciones todas. Jerusalén pagaba vil tributo al enemigo, y España al rey de Córdoba Abderramem. Las vírgenes de Jerusalén se miraron infamadas, las de España sin pundonor como míseras esclavas: Facta est sub tributo, virgines Rius squelidae.etc
 Al pueblo hebreo le dio Dios por patrocinio y asilo el Arca del Testamento, y a España le dio por patrocinio a María, patrona que es y será de nuestros reinos.
   Por temor del enemigo y bárbaro caldeo ocultó el Arca en el templo mismo, en un lugar subterráneo dentro de la Sancta sanctórum. Esta escondida arca había de parecer (según profetizó Jeremías), no en sí misma,, sino en misterio, y este milagroso hallazgo había de ser al tiempo que compasivo pusiese en libertad a Israel recogiendo los esparcidos cautivos, liberando a Jerusalén del tributo y dejando en pacífica posesión de su libertad al pueblo.
    Esta milagrosa imagen también la ocultó el celo de la cristiandad, y donde la ocultó fue en un lugar subterráneo dentro del sancta sanctórum que es la sagrada capilla donde hoy la venera esta nobilísima ciudad.
 Aquella arca no estuvo cautiva en Babilonia, ni esta imagen ni este templo fue profanada de moros, habiéndolo sido los más templos de España y todos los de esta ciudad. Aquella arca había de parecer al tiempo de la libertad de Israel, y esta misteriosa arca de María apareció al tiempo que logró España su libertad.
   Luego si tantas circunstancias se juntan en esta soberana imagen, no será (como queda dicho) temeridad decir que a su milagroso hallazgo y a su sagrado patrocinio debe España la libertad,  la reputación, el sosiego y el mirarse libre de aquel infame tributo; pues desde que don Ramiro venció con asistencia suya, no le pagó más España. Creedlo así, piadosos nobles avileses, que esta soberana imagen es el arca misteriosa, descubierta por milagro con el ilustre renombre y título de Madre de Dios, por quien mirándola como a tal repite este soberano Dios tan copiosos beneficios como dice la experiencia. Y siendo esto así, exclamemos con Marcela glorificando los sagrados pechos de María y su claustro virginal, por cuyos respetos se templó Dios en sus iras y hallando en ella el centro de su cuidado cesó en sus quejas, porque halló en esta soberana Reina el patrocinio más seguro de los hombres, y esta nobilísima ciudad en esta imagen de la Soterraña el mejor sagrado: Saepe dicendum est huic infanti: Beatus venter qui te portavit et ubera quae suxisti, ut ex forum recordatione facilius ad misericordiam moveatur.
Una de las ciudades de Castilla que, en aquellos años y tiempos que estuvo España subyugada del sarraceno dominio, experimentó muchas partes de la común hostilidad y rigurosa sujeción, fue la noble ciudad de Ávila, pues varias veces fue ganada por el moro y otras tantas sacada por fuerza de armas de su orgulloso poder y de sus soberbias manos.
  Corría el año 832 cuando se apoderó de esta ciudad Moza Habenthacin que la señoreó hasta el 856; y desde este hasta el 864 la tuvo el rey Mohomet de Córdoba, y este año la conquistó el rey Alfonso el Magno acompañado del valeroso Bernardo del Carpio.
Gobernando la nave de san Pedro Sergio, segundo de nombre, la monarquía de España el rey Ramiro I, y la silla episcopal don Pedro I, el día 7 de septiembre año de Cristo 843 en la era de César de 881, víspera de la Natividad santísima de la Virgen Nuestra Señora, estando celebrando los oficios divinos en el templo y capilla mayor de san Vicente de Ávila oyeron los clérigos muy grandes golpes en las soterrañas, con tan repetido estruendo que admirados de novedad semejante, sin dar lugar al temor que les podía ocasionar lance tan extraordinario y un estrépito nunca oído en aquellas cuevas subterráneas edificadas para firmeza del edificio superior del templo, bajaron abajo, que era la parte donde se percibía el ruido. Pasaron a la segunda capilla, que era la mayor de las tres, y registrándola curiosos consiguió su diligencia una felicidad impensada, pues hallaron esta soberana imagen en el güeco o nicho de  la vidriera de en medio que corresponde hoy a espaldas de su retablo y altar. Había estado  siempre hasta entonces desocupado aquel nicho sin haberse visto en él imagen alguna: con que creció la admiración contemplando todo lo grande del portento.
(Historia de San Vicente y grandezas de Ávila).

IGLESIA DE SAN PEDRO

Situada en la parte oriental de la puerta del Alcázar y frente a la magnífica puerta que lleva dicho nombre, se alza la iglesia de San Pedro. De románica construcción, y acaso de un estilo más puro que San Vicente, por no haber sufrido tantas restauraciones, es de su misma época. Lo mismo que San Vicente tiene tres puertas, al Oeste, Norte y Sur; la principal es la del Oeste, aunque no lo es por su valor artístico, a pesar de lo típico del semicírculo románico, de la gradual disminución de los arquivoltos y de la lisura de sus capiteles. Lo único notable es un hermoso ventanal que adopta la forma de dos círculos concéntricos, unidos por doce radios que constituyen otras tantas columnitas de efecto muy vistoso. Las puertas Norte y Mediodía son las de mayor valor arquitectónico. La del Mediodía se compone de cinco arcos concéntricos y decrecentes que arrancan de una bien labrada imposta sustentada por seis capiteles, tres a cada lado, que asemejan hojas enlazadas, correspondientes a las columnas, de liso fusteque, sobre basas de granito, flanquean la portada Muy semejante, aunque mucho más rica en detalles y ornamentación, es la del Norte. La labor de los capiteles es mucho más delicada y los arquivoltos van adornados con cordones y rosas.

Cuerpos laterales ostentan semejante ornato, siendo dos las ventanas y tres las impostas. La planta tiene forma de cruz latina, muy semejante a la de San Vicente. Únicamente un retablo plateresco, regalado a la parroquia por su feligrés Alonso Serrano en el siglo XVI, y que se encuentra en el crucero de la derecha, al lado de la Epístola, es lo que merece atención, además de una estatua románica, representando a San Pedro, colocada en una hornacina que existe sobre la puerta del Norte

Iglesia de San Pedro de estilo románico situada en la Plaza de Santa Teresa, frente a la Muralla.

MONASTERIO DE SAN JOSÉ

El Monasterio de San José es comunmente conocido como Las Madres. Situado al este de la iglesia de San Pedro. Es el primer monasterio de Carmelitas Descalzas fundado por Santa Teresa en 1.562.

Tiene un hermoso templo erigido en tiempos de Felipe II, por su arquitecto Francisco de Mora, discípulo aventajado de Juand e Herrera, autor de la bóveda palna del atrio del Monasterio de El Escorial.

El interior de la iglesia lo fonma una despejada nave, con el Altar Mayor y seis capillas laterales. El estilo es majestuoso, severo y sencillo del arquitecto que dirigió las célebres obras del Monasterio de El Escorial.

En las capillas laterales están enterrados Juan Daza, uno de los confesores de Santa Teresa, su hermano Lorenzo Cepeda, el obispo de Ávila D. Alonso de Mendoza, que tiene una hermosa estatua de mármol en actitud orante, enterrado en la Capilla Mayor y en la Capilla de la Purísima está la familia de Francisco Guillamas.

ERMITA DE SAN SEGUNDO

Situada junto al río Adaja, en la parte derecha del río al oeste de la ciudad y a pocos metros de Los Cuatro Postes. La ermita de San Segundo es del siglo XII al XIII y en ella se descubrió en el año 1.519 la tumba del primer obispo de Ávila y discípulo de Santiago Apóstol y patrón de la ciudad. Al fines del siglo XVI fue construida la Capilla junto a la catedral en un cubo de la muralla y sus restos fueron llevados en procesión hasta la Capilla, donde reposan en una urna situada en el altar.

http://www.iteadjmj.com/SANTO/segundo.pdf

http://olmo.pntic.mec.es/~mdem0011/sansegundo.htm

MONASTERIO DE LA ENCARNACIÓN

Fuera del recinto amurallado, en la parte Norte, está el Monasterio de la Encarnación.Fue inaugurado el 4 de abril de 1.515, precisamente el mismo día en que recibía las aguas del Bautismo, en la parroquia de San Juan, la niña Teresa de Cepeda y Ahumada, la que andando el tiempo había de santificar este monasterio, testigo durante más de 26 años en el que escribió algunas de sus obras inmortales, en donde sufrió la terrible prueba de la Transververación de su corazón abrasado en el amor de Dios, y del que salió para llevar a feliz término la reforma de la Orden Carmelitana, fundando el convento de San José, vulgarmente llamado las Madres.

Las circunstancias apuntadas, bastarían para dejar sólidamente cimentada la fama y el incalculable valor que tiene este santuario, no sólo para los anales de la historia y arqueología avilesa, sino para los de toda la cristiandad..

El edificio ofrece poco de particular al artista.

La fachada del templo tiene en su lado izquierdo unos machones sobre los que descansa sencilla y esbelta espadaña, y la portada la forman, una arco de medio punto con grandes dovelas, sobre las cuales, resguardado por un tejadillo, se ve un relieve en madera representando el Misterio de Encarnación.

El interior consta de una sola nave que termina en una regular rotonda, con cúpula, de la que parten los brazos del crucero. Predomina el estilo barroco y tanto en el templo como en los retablos de los altares nada hay que llame la atención, ni bajo el punto de vista arquitectónico ni artístico.

Monasterio de la Encarnacion en el centro de la foto, donde estuvo Santa Teresa 27 años. A la izquierda al fondo la Universidad Católica y un poco más acá la Universidad de la Mística o de las Ciencias Sociales o Religiosas.

SANTUARIO DE NUESTRA SEÑORA DE SONSOLES

A unos cuatro kilómetros de distancia en dirección sureste, una torre de espadaña, señala la existencia de un paraje natural se levanta el la ermita de Sonsoles, centro de atención de los abulenses, máximo exponente de ladevoción mariana de la Ciudad y Santuario de profundo arraigo religioso.

En el interior se venera la imagen de la Virgen, que desde tiempos muy remotos recibe el título de NUESTRA SEÑORA DE SONSOLES.

No se sabe con exactitud la aparición de la imagen. una tradición atribuye la invención de esta imagen a unos partorcillos, que apacentaban las ovejas popr los contornos donde está situada la Ermita: unos resplandores aparecieron ante ellos, envolviendo la imagen de la Virgen con el Niño; asombrados por esta luz exclamaron: !Son Soles!

Entre las gracias y favores atribuidos a NUESTRA SEÑORA DE SONSOLES, destaca el del caballero español que hallándose a la orilla de un caudaloso río se vio sorprendido por un cocodrilo, que intentaba lanzarse sobre él para despedazarlo; invocó en esos precisos momentos a la Virgen de Sonsoles y el caballo se detuvo de forma que pudo dar muerte al animal. Agradecido le cogió y le disecó y trajo como exvoto al Santuario que se conserva en una urna.

La fiesta se celebra el primer domingo de julio, con procesión alrededor del recinto y a la que acude mucha gente, sobre todo de los pueblos del Valle Amblés.

Desde aquí se ve un hermosa vista de la Sierra y la parte sur de Ávila

MONASTERIO DE SANTA TERESA

Está situado en la parte Sur de la ciudad a escasos metros del arco de la muralla.Fue construido sobre la casa natal de Santa Teresa por el arquitecto Fray Alonso de San José y se inauguró el día 15 de Octubre de 1636. La fachada, de estilo barroco, presenta un paño central de sillería con tres arcos de medio punto que abren a un pórtico que da entrada a la iglesia, cuyo interior, de planta de cruz latina, fue reformado en diversas ocasiones. Destaca la obra escultórica realizada por Gregorio Fernández: altorrelieve del retablo de la capilla mayor que representa la imposición del collar a Santa Teresa por la Virgen y San José, imagen de Santa Teresa situada en la capilla que ocupa el lugar en el que nació la Mística abulense, Virgen del Carmen, Cristo amarrado a la columna y San Juan de la Cruz. Todas las obras están situadas en las naves laterales. A finales del XIX se instaló una Biblioteca y Museo Teresianos. En la década de los sesenta se amplió de nuevo el edificio con distintas dependencias conventuales. El museo de la cripta está situado bajo el edificio.

Escultura de Santa Teresa en la capilla de la Iglesia de Gregorio Fernández.

MONASTERIO DE SANTO TOMÁS

Iglesia del Monasterio de Santo Tomás. Altar Mayor.

El conjunto del edificio lleva impreso el sello característico de las construcciones vaciadas en el molde del tercer período del arte gótico, predominando como en ningún otro, el gusto monumental, esbelto y gallardo de las obras arquitectónicas del siglo XV.

El interior, a la mortecina luz que recibe por la claraboya del coro y de los rasgados ajimeces de los cruceros, resulta imponente y majestuoso; la elevada nave con sus magníficas bóvedas de doradas claves, la anchurosa y casi bóveda plana del coro, los semicirculares arcos de las capillas laterales y allá en el fondo y a lo alto del altar Mayor, de gótico retablo., sobre anchuroso arco rebajado, todo contribuye de modo eficaz a producir en el ánimo del observador cierta sensación de grato bienestar al contemplar la majestad, belleza y armonía del conjunto

Dentro de la iglesia llama desde luego, y muy justamente, la atención del visitante el soberbio mausoleo de alabastro, estilo renacimiento que, en el centro del crucero, contiene los restos del Infante don Juan, del hijo de los Reyes Católicos en tan temprana edad malogrado. Esta obra, de gran mérito, debida al cincel del artista florentino Domenico Alejandro, cautiva no tanto por el conjunto, sino por los detalles. La yacente estatua del infortunado príncipe reposa en actitud tan apacible y su rostro retrata una belleza tan pura y candorosa que, como dice un célebre autor, “no se hartan los ojos de mirarle” Las cuatro arrogantes águilas de las esquinas; los medallones de los costados con magníficos relieves de la Virgen y San Juan Bautista, y símbolos de las virtudes teologales y cardinales; el borde superior orlado de ángeles, trofeos de guerra, escudos y calaveras, entrelazados por caprichosas guirnaldas de flores, acrecientan el gran mérito de esta preciosa joya.

Probablemente del mismo autor y también de mucho mérito, aunque menos espléndido, es el sarcófago enclavado en el centro de la cuarta capilla del lado del Evangelio. Corresponde este enterramiento, según el epitafio, a Juan Dávila y su mujer Juana Velásquez de la Torre, “amos del Príncipe don Juan”; las yacientes estatuas de las damas y del caballero son de una gran variedad y sentimiento, y como detalle de gran valor artístico, citaremos la armadura y cota de malla que ciñe el caballero. En la capilla inmediata, que corresponde a la primera que se ve al lado izquierdo del crucero, existe, en uno de sus ángulo, el busto en mármol de un caballero, colocado sobre modesto enterramiento, que es el de Núñez Arnalte, fundador del monasterio.

Frente e esta capilla está la llamada del Cristo, con un hermoso crucifijo, de grandes proporciones en el retablo. En ella se encuentra el confesonario donde Santa Teresa de Jesús solía acudir para obtener la remisión de las culpas de labios del virtuosísimo P. Báñez, y e cuyo lugar, según consta en un cuadro que reproduce impreso este pasaje de la vida de la Santa, experimentó uno de sus más memorables éxtasis.

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